Bereziartua (Astigarraga): Abr. 16, 2025

Volvimos 12 años después a una de las sidrerías visitadas entre las Kupelas Asesinas, hace ya 32 años... Brindaremos para celebrar que el 13 de abril fue el XXX aniversario de la Sagardo Bira Homepage.

Asistentes: Edu y Nesss

Previo

Un trago en el Apeadero para hacer tiempo, donde una cuadrilla echa a codazos a quienes estábamos antes, pese a la resistencia de Edu. Bus a Astigarraga, y pateada hasta Bereziartua bajo la lluvia que no tocaba a esa hora según los partes meteorológicos, con dos perritos asesinitos ladrándonos salvajemente casi enmedio de la carretera en obras. Comparamos los coches aparcados en Irigoien- Herrero y Bereziartua, y gana esta última claramente.

Sidrería

Varios sitios de comer, cocina a un lado del comedor principal con una kupela etiquetada como KO o K0, no se distinguía el font. Tras una cristalera, las kupelas numeradas desde la 2 en adelante, dos de madera de pie al fondo, y casi todas de madera de coña. La 17 estaba abierta por causas evidentes, pero nos costó percatarnos de ello. A otro lado del comedor principal, una puerta da a las kupelas de madera numeradas hasta la 58, con un pasillo de la muerte muy estrecho y con una columna gris de estorbo. Al fondo, otra puerta lleva a más kupelas, metálicas, con otra puerta al fondo, y así sucesivamente, según el padre jefe del local, con una sonrisa sardónica cuando respondió a Nesss al respecto. Tiene una arquitectura interior chula, con columnas que parecían de coña, y techo de bodega. De comer, dos trozos de txistorra de tamaños diferentes, una tortilla de bakalao, que no surimi como comprobó Nesss en el primer mordisco, de grato sabor, sendos trozos de bakalao bajo una cantidad ingente de pimientos verdes, alguno rojo, un trozo de cayena y otro de ajo, servidos en platos individuales, un txuletón con cortes justos, dos trozos de queso en un plato, otros dos de membrillo en otro plato, nueces en un cesto, e incontables txotxes. En total, 84,92 euros, es decir, 42,46 euros cada. Al principio nos temimos lo peor, cuando vimos que el txotxero de gafas insistía con la kupela 15, pero luego desapareció de la zona de kupelas tras la cristalera para atender a las mesas y dejarnos solos en esa zona. Es que habíamos leído el acta de la visita anterior y, aparte de los paréntesis de aquella, vimos que no acabamos muy a gusto con el ritmo cansino de los txotxes entonces. Nos costó darnos cuenta que la 17 estaba abierta, pero solo la probamos una vez, por causas obvias. El resto, dependían de los txotxeros, en cuyo papel destacaron el hijo de gafas y el padre, pero en algún momento terció el hijo morroskote y serio. No íbamos a por la comida en cuanto nos avisaban, ni pese a las amenazas del supuesto vecino de mesa, que no era tal. Increíblemente, no encontrábamos la comida fría cuando íbamos. Debe haber un microclima junto al baño, que es donde estábamos en una mesa corrida junto a Iratxe e Iker, padres fugaces que llegaron tarde y se fueron pronto. En una salida de la zona acristalada, vemos que falta la mitad de la gente y que hay una puerta abierta por allá. Nos asomamos y descubrimos el metapasillo de la muerte estrecho donde principalmente el padre se prodiga en hacer txotxes. Luego, al fondo en las metálicas con carteles de prohibir abrir las kupelas con grifo, el hijo de las gafas. Así que bebimos, bebimos y volvimos a beber. Edu se pone tenso cuando Nesss le dice que ha llegado su doble, pero luego se relaja cuando oye el chiste del doble de Brad Pitt. La verdad, es que al verle sentado, a veces más que su doble, parecía su triple o incluso su cuádruple. Tremendo morrosko! Los niños que intentan hacer txotxes no tienen buena suerte ni con el hijo de gafas ni con el padre. Dejad que el futuro vaya tomando maneras! Edu no entiende nada cada vez que el padre txotxero habla euskera. Nesss intenta frenar al hijo morroskote para que tarde en sacar el txuletón tras el bakalao, sin suerte. Bueno, hicimos tiempo una y otra vez, pese a la insistencia de todos en que se nos iba a enfriar. Menos con el postre, en la que fue primera sonrisa acaso en años del morroskote, cuando dijo que no se nos enfriaría. La verdad es que nos quedamos a gusto en el local. Y bebimos; lo hemos escrito antes? Salimos pasadas las 23:30'.

Epílogo

Volvimos andando a Astigarraga, ya sin que los perritos del camino nos saludasen. Debieron hacerlos fijos entretanto. Un trago en el Rosita, donde al rato aparecen los hijos de la sidrería y sus amigos. Esta vez no nos ofrecieron cafés. Vuelta a Hernani andando, con la sorpresa de que se nos cruzan los buses nocturnos, que no estaban anunciados en la web. Tomamos un trago en el Haida para acabar oliendo a tabaco al ir a casa. Al día siguiente, nos acordamos del rito de las Kupelas Asesinas. Sí, bebimos en Bereziartua, y costó levantarse el día después. Así que recuperamos en el circuito a esta sidrería. Debimos estar muy empanados hace 12 años.